Acusados de participar en un combate contra el Ejército Mexicano en Guerrero, en 1996, los detuvieron en 1999. A él, el 19 de octubre en el Distrito Federal y a ella tres días después en San Luis Potosí.
Con una sonrisa recuerda el tiempo del Tinam, cuando el fin único era ayudar a los indígenas de la sierra de Zongolica, y la persecución que padeció durante el gobierno de Agustín Acosta Lagunes, cuyo secretario de gobierno, Ignacio Morales Lechuga, era el ejecutor de la persecución, de la desaparición y la intimidación.
Así llegó a Guerrero, a fundar el Ejercito Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), hasta que, de la lucha armada, pasó a ser presa política y hoy su lucha social es pacifista, en la que busca excarcelar a todos los presos políticos del país.Gloria Arenas Agis, originaria de Orizaba, fue presa política durante 10 años en el penal de Chiconautla, Estado de México, y su esposo, Jacobo Silva Nogales, originario de Oaxaca, estuvo recluido en Almoloya, en la misma entidad, y luego en Nayarit. Ambos narran a La Jornada Veracruz su experiencia en la lucha armada como una necesidad ante la injusticia.
La pasión de la juventud se refleja en su rostro, Gloria retrocede a sus 23 años, ella recuerda como llegó al Timocepanotoke Noche Altepeme Machehualme (Unión de Todos los Pueblos Pobres) de la sierra de Zongolica, mejor conocido como el Tinam, pero antes señala “estamos en fase de agradecimiento a quienes nos visitaron y nos apoyaron cuando estábamos en prisión”.“
Allá por el 78 y 79 había presos políticos en Córdoba, en Perote, Xalapa, Orizaba y por circunstancias me involucré con la gente que luchaba por la libertad de esos presos y ése fue mi despertar”, dijo con goce, “allí probé cierta persecución, había como intentos de espantarnos para que no hiciéramos nada, ésa fue una lucha que se dio en esos años, pero casi todos salieron libres. Algunos todavía quedaron, los de Perote salieron después”.
Entonces refiere que ingresó a trabajar al Programa Conasupo Coplamar, lo que le permitió tener contacto con la sierra de Zongolica y entonces “de ahí surgió el contacto con las comunidades indígenas e hice contacto con el Tinam, una organización de allí, y como parte de esa organización empezó una gran organización, algunas luchas se ganaron, como contra una compañía maderera, estamos hablando cuando el estado estaba gobernado por Agustín Acosta Lagunes y el secretario era Ignacio Morales Lechuga, quien era el que realmente gobernaba”.
Entre paredes blancas y frente a una maqueta de la Escuela Normal de Perote, comentó, el secretario hizo un análisis que decía: “los focos rojos están en la sierra de Huayacocotla y en la sierra de Zongolica, y si no se resuelven los problemas ahí, el movimiento se va a radicalizar y nosotros tenemos que hacer algo”. Así decía el análisis y su plan era cooptar a las organizaciones y lo hizo, pero cuando el gobierno no lo logró, no intentó dar solución a los problemas, sino que lanzó una represión muy grande a los indígenas, “entonces a mí me detuvieron, me tuvieron desaparecida en lo que era un cuartel de la policía en Fortín, ahí me tuvieron, el que dio la orden fue la mano derecha de Morales Lechuga y cuando me sacan de allí, fue con una condición: dijeron ‘queremos hablar con ustedes los del Tinam, vengan'.
”Entonces fuimos a la entrevista con el secretario de Gobierno, éramos jóvenes, Morales Lechuga nos dijo que por qué no pertenecíamos al partido, se refería al PRI, que era el único partido en Veracruz en esos años.”En ese tiempo como movimiento era exigir ? nos hiciste venir, ahora danos los medios para regresarnos', entonces nos dijo: ?agarren la camioneta de tal Secretaría y la dejan en tal oficina de Orizaba, regrésense', pero nos dimos cuenta en carretera que nada más llevaba un birlo, le habían quitado los otros tres para que nos matáramos en la camioneta.
”Ya me había desaparecido el gobierno de VeracruzPara narrarnos cómo llegó al ERPI, Gloria se detiene, recuerda sus desapariciones, la persecución y hace una distinción: “La desaparición es distinta a la prisión, en la prisión existes pero en la desaparición no sabes por cuánto tiempo va a ser o sabes que te pueden desaparecer definitivamente y ésa ya es una tortura constante, entonces no quise volver a ser desaparecida, ya lo había hecho el gobierno de Veracruz.”En una de las negociaciones para carreteras, Rubén Figueroa Figueroa, que era de la policía, había venido de Guerrero, había amenazas, entonces entendí, la persecución me hizo huir, tuve que cambiar de nombre y entonces decidí tener contacto con la lucha armada y me fui al estado de Guerrero, con esa intención hasta que años después lo logré.”
Junto con su esposo, Jacobo Silva, no negaron ser rebeldes, ambos son fundadores del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI). Se presentaron como guerrilleros. Por el artículo 137 del Código Penal federal, todo acto derivado de un combate no se considera delito. Ya libres, han declarado que el derecho a la rebelión es legítimo. “Entonces yo participé en luchas sociales de mi región, ahorita no quiero perder el contacto, quiero recuperarlo, quiero ver cómo está el movimiento, pero no exclusivamente para quedarme en el estado, sino entenderlo también como en otros estados, por ejemplo cuando el gobierno me detiene no me manda a Guerrero, allí había un movimiento fuerte para apoyarme y decidió mandarme al estado de México, pero en el Valle de México también hubo solidaridad y es otro lugar que también siento mío, es el mismo movimiento”.
La lucha armada es una forma de lucha necesaria en el país, Jacobo sostiene la grabadora y agrega que después de la prisión ve un movimiento social diferente al que había hace 10 años, “un movimiento social con organización distinta, ahora he visto que se organizan en forma de colectivos y que aparte con una visión más amplia de lo que es la lucha legal y social. Ahora ya es más democrática la participación en las organizaciones, ya no tiene forma piramidal sino horizontal”. Entonces, se les cuestiona:–¿Hay arrepentimiento de esos años, de la lucha armada?–No estamos renegando, al contrario, el movimiento popular tiene distintas expresiones y formas de lucha, pero todas pertenecen al movimiento popular, una no es ajena al movimiento, sea una forma de lucha armada o una forma de lucha pacífica es parte del movimiento popular. Cuando fuimos detenidos pertenecimos al movimiento armado, al momento que nos detienen y nos tienen en la cárcel fuimos sacados de la clandestinidad y entonces perdemos el contacto con la organización armada y asumimos la participación en el movimiento social –respondió Gloria.–
El movimiento popular tiene diversas formas de luchar y todas ellas son necesarias, si existen es porque son necesarias, hay una causa que las hace existir, entonces no nos arrepentimos, es una forma de lucha necesaria en el país, como también lo es la lucha pacífica –agregó Jacobo.
Jacobo es originario de Oaxaca, aunque su familia emigró cuando tenía 12 años, en cambio Gloria:“yo soy del estado de Veracruz, de Orizaba, no vivo aquí desde que tuve que salir perseguida por el gobierno del estado, entonces, tal vez no tenga un proyecto específico, sino más bien tengo un proyecto de participar en el movimiento, no importa en dónde esté, me falta concretar unas cosas, pero la cuestión de género y la libertad de los presos son algunas de ellas y con las que puedo participar. La otra es en cuanto a la investigación de nuestra misma historia como movimiento”.
Acusados de participar en un combate contra el Ejército Mexicano en Guerrero, en 1996, los detuvieron en 1999. A él, el 19 de octubre en el Distrito Federal y a ella tres días después en San Luis Potosí. En su captura participaron efectivos militares, policiacos y las redes de espionaje político gubernamental. Fueron liberados, Gloria Arenas el miércoles 28 de octubre de 2009 y Jacobo Silva un día después.
Hoy señalan “nosotros nos quedamos en el movimiento popular, social y desde allí continuaremos en la lucha por las presas y presos políticos que hay en Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Campeche, en el Estado de México, San Luis Potosí, Hidalgo y Veracruz, y participar en el movimiento por la transformación del país”.
Fuente: La Jornada Veracruz
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