En lo que va del
2013, se han recibido reportes de 386 personas desaparecidas en el Estado de
México, de las cuales, más de 100 son menores de edad, informó el procurador
mexiquense, Miguel Ángel Contreras Nieto.
Zaura estudiaba en la preparatoria de Ixtapaluca, Estado de
México en el 2011, cuando desapareció en el mes de abril, el sábado de gloria,
salió de su casa tras recibir una llamada que la hizo partir para nunca más
volver. Así lo relata Teresa Maldonado Guerrero, madre de la desaparecida. “Han
pasado dos años y no sé nada de ella. Le pido a la ciudadanía, que me ayude, si
la ve, que me diga, puede ser una llamada anónima”, afirma Teresa. Actualmente,
este tipo de eventos suscitados en el país, son generados por bandas delictivas
relacionadas con la trata de blancas, quienes cada año explotan entre 16 mil y
20 mil menores de edad en México. “Busco a mi hija en las noches en antros y
bares, porque puede ser víctima de trata de blancas, la he buscado en todos
lados, en la Procuraduría, en los Semefos. Porque no tengo dinero, no me he
aventurado en buscarla más lejos… yo digo que se la llevaron, porque ni una
huella dejó”, comenta Teresa.
Otro caso similar es el de Sonia, una niña de 14 años que el 22 de enero de
este año fue subida a la fuerza en una combi antes de poder entrar a la
secundaria a la que asistía en Texcoco, así lo dijeron diversas fuentes que se
percataron del hecho, y de quien hasta la fecha no se ha sabido nada.
Sin embargo, en algunas ocasiones el panorama se torna más favorecedor, tal como
ocurrió con Valeria Hernández, la niña de cuatro años que fue robada en esta
misma entidad y encontrada en El Salvador en perfectas condiciones, lugar donde
se dispondría de la menor para la trata, según señaló el arzobispo de
Tlalnepantla, Carlos Aguilar.
Aunado a esto, en Ecatepec, Estado de México, se ha denunciado el secuestro de
ocho jovencitas en Santa María Chiconautla, a quienes no han podido localizar
aún. En la primera semana de abril, dos menores de edad de 15 y 16 años, fueron
vistas mientras eran forzadas para subir a un automóvil en plena luz el día,
por lo que un grupo de 300 habitantes se reunieron en el Centro Cívico de
Chiconautla para exigir la búsqueda y localización de las jóvenes que
presuntamente fueron alejadas de su hogar contra su voluntad.
Lamentablemente, el problema radica en que existe poca coordinación entre las
autoridades para resolver estos conflictos. Según lo publicado por el diario
Reforma, la importancia que se les da a los casos de desapariciones, secuestros
y robos, entre otros, es casi nula, ya que existen cientos de casos que han
quedado impunes, asimismo la cifra sigue en incremento, lo cual es un hecho
alarmante para la sociedad.
El 8 de agosto de 2011 secuestraron en Ecatepec a María Bárbara Reyes de
entonces 16 años, fue buscada por más de un año por familiares y autoridades,
para que finalmente su madre Lourdes Muñiz, la encontrara en la morgue donde
estuvo más de 567 días sin ser reclamada ni reconocida. Lo más atroz de este
caso, es que tras la dolorosa búsqueda de los padres y el dinero invertido para
que ésta se agilizara, del cuerpo sólo se encontró el cráneo, lo cual hasta hoy
deja la duda de los motivos de su fallecimiento.
El cuerpo de Bárbara fue hallado a tan sólo dos meses de su desaparición a unos
kilómetros de su hogar y fue llevado al Servicio Médico Forense (Semefeo) de
Cuautitlán Izcalli. A pesar de llevar puesta la misma ropa con la que fue
reportada el día de su desaparición, ninguna de las autoridades mexiquenses
repararon en el detalle, ni siquiera la Procuraduría mexiquense, encabezada
entonces por Alfredo Castillo.
Panorama en México
La trata de personas es el comercio ilegal de personas con propósitos de
esclavitud reproductiva, explotación sexual, trabajos forzados, extracción de
órganos, o cualquier forma de ‘moderna de esclavitud’, además, opera como
el tercer delito más lucrativo para la delincuencia organizada a escala mundial
-sólo superado por el tráfico de drogas y el de armas-, y produce ganancias
anuales por aproximadamente 9 mil 500 millones de dólares (MDD), a lo que la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) detalló que entre 600 mil y 800 mil
seres humanos son víctimas de esta problemática nivel mundial cada año.
Según el ‘Diagnóstico de las Condiciones de Vulnerabilidad que Propician la
Trata de Personas en México’, elaborado por la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos y el Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y
Asistencia Social (CEIDAS), México es el segundo país que más víctimas de trata
provee a Estados Unidos, superado únicamente por Tailandia. Asimismo, de
acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, cada año
son explotados sexualmente entre 16 mil y 20 mil niños y niñas en nuestro país.
La presidenta de la Comisión de Equidad y Género del Congreso del Estado,
Cristina Portillo, subrayó que se calcula que en 21 de las 32 entidades de
México existe turismo sexual, esto de acuerdo con el informe del departamento
de estado de los Estados Unidos de América sobre trata de personas, lo que
coincide con lo dicho por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática (INEGI) y el Fondo Internacional para la Infancia y la Coalición
Internacional Contra la Trata de Mujeres, quienes ubican a México en el quinto
lugar mundial y el tercer lugar en trata de personas en América Latina y el
Caribe. Cabe mencionar que del total de víctimas en México, 35% son menores de
edad, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito (UNODC).
El INEGI consideró que las entidades federativas en donde hay mayor incidencia
de desaparición de mujeres y niñas son el Estado de México, Baja California
Sur, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Nuevo
León, Puebla, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Tabasco,
Veracruz y Zacatecas; colocándose la sociedad mexiquense, como una de las más
vulnerables ante ésta problemática.
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, hizo un llamado a todos
los sectores de la comunidad para prevenir y combatir la trata de personas,
fenómeno que a pesar de los esfuerzos, sigue afectando cada año a centenares de
niños, niñas, jóvenes y adultos, quienes son engañados, vendidos o sometidos a
condiciones de esclavitud en distintas formas y también en diversos sectores,
como los de la construcción, maquila, agricultura, servicio doméstico,
prostitución, pornografía, turismo sexual, matrimonios serviles, tráfico de
órganos y comercio de niños, entre otros.
La Asociación de Mujeres Abrazando México (AMAM) indicó que de enero a febrero
de este año, se ha reportado la desaparición de 47 mujeres en el Estado de
México. Emma Obrador, directora de AMAM, afirmó que a través del seguimiento de
información periodística publicada en la entidad mexiquense, se han dado cuenta
de por lo menos 47 casos de mujeres desaparecidas, aunque al parecer 10 de
ellas ya fueron localizadas.
Obrador indicó que la mayoría de las mujeres desaparecidas son jóvenes de entre
15 a 30 años, las cuales, en su mayoría son secuestradas para ser explotadas
sexualmente; por lo que agregó que como en el caso de Valeria, la niña que
desapareció en Texcoco, la comunicación de las redes sociales ayudó a
encontrarla.
“Sobre esta niña de Texcoco, es muy buen ejemplo de que tenemos herramientas en
las redes sociales para dinamizar la solución de nuestros problemas en
general…”, afirmo la directora de la AMAM. De igual forma, dijo que se trata de
un trabajo coordinado entre el sector público y privado, para paliar tan enorme
cáncer social; un problema no del gobierno, sino de un desafío del Estado del
cual autoridades y ciudadanos forman parte.
Por otro lado, Obrador aseveró que hacer visible esta problemática implica el
primer paso para su erradicación, ya que permite divulgar las causas y
consecuencias de la trata de personas, por ello su divulgación no debe quedarse
restringida a los expertos, estudios, asociaciones civiles involucradas o
legisladores, sino que debe permear al resto de la sociedad.
Por su parte, la abogada y especialista en el tema, Leticia del Rocío,
considera que son pocas las acciones que se han tomado para prevenir, detectar
y castigar este tipo de delitos, una de las más recientes fue la promulgación
de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en materia
de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia de las Víctimas de estos
Delitos, sin embargo, a la fecha, está pendiente el reglamento que permitiría
ponerla en práctica.
Aunado a esto, en México no hay organizaciones que lleven un registro sobre
este tipo de casos, ya que resulta un tema que no es de ‘suficiente interés’ o
que se toma como esporádico, señala Mayra Rojas, directora de la Organización
Infancia Común, por lo que la activista subrayó que el Sistema Nacional para el
Desarrollo Integral de la Familia (DIF) debería ser la instancia encargada de
estudiar este fenómeno, sin embargo, al consultar a la dependencia al respecto,
personal de comunicación social informó que la ley orgánica del propio DIF no
estipula que deba realizar estas acciones, lo cual Rojas señaló como
lamentable.
A partir del año 2003,
el incremento en el índice de actividad de los secuestradores se elevó en un
300% con respecto al año 2002 y anteriores.
Zaura estudiaba en la
preparatoria de Ixtapaluca, Estado de México en el 2011, cuando desapareció en
el mes de abril, el sábado de gloria, salió de su casa tras recibir una llamada
que la hizo partir para nunca más volver. Así lo relata Teresa Maldonado
Guerrero, madre de la desaparecida. “Han pasado dos años y no sé nada de ella.
Le pido a la ciudadanía, que me ayude, si la ve, que me diga, puede ser una
llamada anónima”, afirma Teresa. Actualmente, este tipo de eventos suscitados
en el país, son generados por bandas delictivas relacionadas con la trata de
blancas, quienes cada año explotan entre 16 mil y 20 mil menores de edad en
México. “Busco a mi hija en las noches en antros y bares, porque puede ser
víctima de trata de blancas, la he buscado en todos lados, en la Procuraduría,
en los Semefos. Porque no tengo dinero, no me he aventurado en buscarla más
lejos… yo digo que se la llevaron, porque ni una huella dejó”, comenta Teresa.
Otro caso similar es el de Sonia, una niña de 14 años que el 22 de enero de
este año fue subida a la fuerza en una combi antes de poder entrar a la secundaria
a la que asistía en Texcoco, así lo dijeron diversas fuentes que se percataron
del hecho, y de quien hasta la fecha no se ha sabido nada.
Sin embargo, en algunas ocasiones el panorama se torna más favorecedor, tal
como ocurrió con Valeria Hernández, la niña de cuatro años que fue robada en
esta misma entidad y encontrada en El Salvador en perfectas condiciones, lugar
donde se dispondría de la menor para la trata, según señaló el arzobispo de
Tlalnepantla, Carlos Aguilar.
Aunado a esto, en Ecatepec, Estado de México, se ha denunciado el secuestro de
ocho jovencitas en Santa María Chiconautla, a quienes no han podido localizar
aún. En la primera semana de abril, dos menores de edad de 15 y 16 años, fueron
vistas mientras eran forzadas para subir a un automóvil en plena luz el día,
por lo que un grupo de 300 habitantes se reunieron en el Centro Cívico de
Chiconautla para exigir la búsqueda y localización de las jóvenes que
presuntamente fueron alejadas de su hogar contra su voluntad.
Lamentablemente, el problema radica en que existe poca coordinación entre las
autoridades para resolver estos conflictos. Según lo publicado por el diario
Reforma, la importancia que se les da a los casos de desapariciones, secuestros
y robos, entre otros, es casi nula, ya que existen cientos de casos que han
quedado impunes, asimismo la cifra sigue en incremento, lo cual es un hecho
alarmante para la sociedad.
El 8 de agosto de 2011 secuestraron en Ecatepec a María Bárbara Reyes de
entonces 16 años, fue buscada por más de un año por familiares y autoridades,
para que finalmente su madre Lourdes Muñiz, la encontrara en la morgue donde
estuvo más de 567 días sin ser reclamada ni reconocida. Lo más atroz de este
caso, es que tras la dolorosa búsqueda de los padres y el dinero invertido para
que ésta se agilizara, del cuerpo sólo se encontró el cráneo, lo cual hasta hoy
deja la duda de los motivos de su fallecimiento.
El cuerpo de Bárbara fue hallado a tan sólo dos meses de su desaparición a unos
kilómetros de su hogar y fue llevado al Servicio Médico Forense (Semefeo) de
Cuautitlán Izcalli. A pesar de llevar puesta la misma ropa con la que fue
reportada el día de su desaparición, ninguna de las autoridades mexiquenses
repararon en el detalle, ni siquiera la Procuraduría mexiquense, encabezada
entonces por Alfredo Castillo.
En América del Norte,
Central y el Caribe, 51% de las personas explotadas son con fines sexuales, 44%
para trabajos forzados, y 5% para otros fines como la extracción de órganos o
adopciones ilegales.
Panorama en México
La trata de personas es el comercio ilegal de personas con propósitos de
esclavitud reproductiva, explotación sexual, trabajos forzados, extracción de
órganos, o cualquier forma de ‘moderna de esclavitud’, además, opera como
el tercer delito más lucrativo para la delincuencia organizada a escala mundial
-sólo superado por el tráfico de drogas y el de armas-, y produce ganancias
anuales por aproximadamente 9 mil 500 millones de dólares (MDD), a lo que la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) detalló que entre 600 mil y 800 mil
seres humanos son víctimas de esta problemática nivel mundial cada año.
Según el ‘Diagnóstico de las Condiciones de Vulnerabilidad que Propician la
Trata de Personas en México’, elaborado por la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos y el Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y
Asistencia Social (CEIDAS), México es el segundo país que más víctimas de trata
provee a Estados Unidos, superado únicamente por Tailandia. Asimismo, de
acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, cada año
son explotados sexualmente entre 16 mil y 20 mil niños y niñas en nuestro país.
La presidenta de la Comisión de Equidad y Género del Congreso del Estado,
Cristina Portillo, subrayó que se calcula que en 21 de las 32 entidades de
México existe turismo sexual, esto de acuerdo con el informe del departamento
de estado de los Estados Unidos de América sobre trata de personas, lo que
coincide con lo dicho por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática (INEGI) y el Fondo Internacional para la Infancia y la Coalición
Internacional Contra la Trata de Mujeres, quienes ubican a México en el quinto
lugar mundial y el tercer lugar en trata de personas en América Latina y el
Caribe. Cabe mencionar que del total de víctimas en México, 35% son menores de
edad, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito (UNODC).
El INEGI consideró que las entidades federativas en donde hay mayor incidencia
de desaparición de mujeres y niñas son el Estado de México, Baja California
Sur, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Nuevo
León, Puebla, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Tabasco,
Veracruz y Zacatecas; colocándose la sociedad mexiquense, como una de las más
vulnerables ante ésta problemática.
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, hizo un llamado a todos
los sectores de la comunidad para prevenir y combatir la trata de personas,
fenómeno que a pesar de los esfuerzos, sigue afectando cada año a centenares de
niños, niñas, jóvenes y adultos, quienes son engañados, vendidos o sometidos a
condiciones de esclavitud en distintas formas y también en diversos sectores,
como los de la construcción, maquila, agricultura, servicio doméstico,
prostitución, pornografía, turismo sexual, matrimonios serviles, tráfico de
órganos y comercio de niños, entre otros.
La Asociación de Mujeres Abrazando México (AMAM) indicó que de enero a febrero
de este año, se ha reportado la desaparición de 47 mujeres en el Estado de
México. Emma Obrador, directora de AMAM, afirmó que a través del seguimiento de
información periodística publicada en la entidad mexiquense, se han dado cuenta
de por lo menos 47 casos de mujeres desaparecidas, aunque al parecer 10 de
ellas ya fueron localizadas.
Obrador indicó que la mayoría de las mujeres desaparecidas son jóvenes de entre
15 a 30 años, las cuales, en su mayoría son secuestradas para ser explotadas
sexualmente; por lo que agregó que como en el caso de Valeria, la niña que
desapareció en Texcoco, la comunicación de las redes sociales ayudó a
encontrarla.
“Sobre esta niña de Texcoco, es muy buen ejemplo de que tenemos herramientas en
las redes sociales para dinamizar la solución de nuestros problemas en
general…”, afirmo la directora de la AMAM. De igual forma, dijo que se trata de
un trabajo coordinado entre el sector público y privado, para paliar tan enorme
cáncer social; un problema no del gobierno, sino de un desafío del Estado del
cual autoridades y ciudadanos forman parte.
Por otro lado, Obrador aseveró que hacer visible esta problemática implica el
primer paso para su erradicación, ya que permite divulgar las causas y
consecuencias de la trata de personas, por ello su divulgación no debe quedarse
restringida a los expertos, estudios, asociaciones civiles involucradas o
legisladores, sino que debe permear al resto de la sociedad.
Por su parte, la abogada y especialista en el tema, Leticia del Rocío,
considera que son pocas las acciones que se han tomado para prevenir, detectar
y castigar este tipo de delitos, una de las más recientes fue la promulgación
de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en materia
de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia de las Víctimas de estos
Delitos, sin embargo, a la fecha, está pendiente el reglamento que permitiría
ponerla en práctica.
Aunado a esto, en México no hay organizaciones que lleven un registro sobre
este tipo de casos, ya que resulta un tema que no es de ‘suficiente interés’ o
que se toma como esporádico, señala Mayra Rojas, directora de la Organización
Infancia Común, por lo que la activista subrayó que el Sistema Nacional para el
Desarrollo Integral de la Familia (DIF) debería ser la instancia encargada de
estudiar este fenómeno, sin embargo, al consultar a la dependencia al respecto,
personal de comunicación social informó que la ley orgánica del propio DIF no
estipula que deba realizar estas acciones, lo cual Rojas señaló como
lamentable.
ENLACE DE LA FUENTE: http://revistaradical.mx/?p=4391
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