OAXACA. A 60 días de haber sido reportado como desaparecido, el indígena Crescenciano Moisés Pérez Enríquez fue encontrado muerto en la comunidad de San Bartolomé Loxicha, informó el dirigente de la Organización de Pueblos Indígenas Zapotecos (OPIZ), Juan Sosa Maldonado.
La muerte de Pérez Enríquez fue reportada por su hijo Emeterio Everardo Pérez Santiago, quien explicó que el cadáver de su padre fue localizado frente a la escuela secundaria de San Bartolomé Loxicha, una de las comunidades que en el sexenio de Diódoro Carrasco Altamirano fue considerada como “foco de operaciones” del Ejército Popular Revolucionario (EPR).
Sosa Maldonado, quien estuvo encarcelado por tres años al ser acusado de pertenecer al EPR y que posteriormente fue puesto en libertad por falta de pruebas para procesarlo, explicó que el indígena zapoteca, de 58 años, fue sacado por la fuerza por tres personas armadas de su domicilio en Tierra Blanca Loxicha, el pasado 4 de noviembre, y desde entonces “hemos hecho la denuncia, pero nunca recibimos la atención de las autoridades”.
En un comunicado, dijo que “la violencia institucional en la región Loxicha ha evolucionado, en el sexenio de Diódoro Carrasco los indígenas éramos presentados con vida para ser procesados con cargos y expedientes judicial prefabricados, es decir, presos pero vivos, ahora todo apunta a que el presente gobierno nos prefiere muertos”.
El 23 de diciembre, el secretariado Internacional de la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT), con sede en Ginebra, Suiza, emitió una acción urgente por la presunta desaparición forzada de Pérez Enríquez, riesgo de tortura y otros malos tratos, así como amenazas de muerte, y el hecho se difundió por medio de este organismo de la Organización de las Naciones Unidas.
La acción urgente fue emitida debido a que, hasta ese momento, señala el documento: “No se sabe nada ni sobre su paradero ni sobre su integridad personal”
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